27 de junio de 2008

Web 3.0 y el síndrome de internet

Web 3.0 y el síndrome de internet
Ariadna Cruz
El Universal

Lunes 16 de junio de 2008


Se acerca ya una nueva generación de la red, pero también nuevas adicciones


finanzas@eluniversal.com.mx
La información en la web sigue creciendo, millones de personas dan clic para contactarse, entretenerse o comprar vía online, las redes sociales son cada vez más populares y la denominada Web 2.0 se está quedando atrás. Ahora se habla ya de que la próxima generación de jóvenes permitirá vivir a través de internet.

De acuerdo con Fabián Romo, de la Universidad Nacional Autónoma de México, “la Web 3.0 es una simulación total de la vida real, como sucede en sitios como Second Life; la vida real y virtual convergen, son redes sociales pero con más ventajas tecnológicas, como presentaciones multimedia y contenido en tiempo real”.

Romo asegura que una posibilidad es llegar a la tercera dimensión, y aun cuando esto no sucediera la ventaja para los internautas es que sólo tendrán que sentarse delante de un monitor y esperar que la red responda a sus necesidades.

Por ejemplo, si se quiere comprar un automóvil, el usuario sólo hace público su deseo y las compañías automotrices o de ventas lo buscarán con las mejores ofertas del mercado.

Aunque para John Farrell, director de Google México, el término Web 3.0 “es sólo una frase mercadológica que alimenta conferencias de tecnología, más bien sería una extensión de las actuales redes sociales que se vuelven más importantes para los internautas”.

Pero no sólo se trata de una vida paralela sino de comodidad. Farrell asegura que, “con la Web 3.0 se podrá correr cualquier archivo, en cualquier lugar, en cualquier dispositivo”.

El objetivo es dar el control a los usuarios a través de la digitalización con aplicaciones de uso combinadas y simples, no sólo buscar y encontrar, sino aprovechar la información.

Si se piensa que las redes sociales sólo sirven para entretenimiento, Magda López de Anda, académica del ITESO (Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente), lo desmiente al afirmar que, “como herramienta para la educación, internet brinda muchas posibilidades a los procesos educativos escolarizados pero sobre todo a los que no son escolarizados”.

Por ahora la web se utiliza como una solución en la búsqueda de información, en cualquier momento y lugar, un espacio donde los alumnos suben sus trabajos para recibir retroalimentación del profesor y consultan los vínculos que el docente seleccionó para complementar el tema de la clase.

Pero en un tercer nivel, asegura la catedrática, “estás hablando ya de crear comunidades de conocimiento, es decir, personas que no se pueden ver y que interactúan sin depender ni del espacio ni del tiempo, sin embargo, es difícil porque implica una cultura nueva en los procesos educativos, y para el docente la necesidad de dedicar más tiempo a generar y colocar contenido en la red”.

Con este tipo de comunidades se garantizaría una actualización continua de actividades profesionales específicas. “Ya sean arquitectos, médicos o ingenieros, utilizarían una lógica de formación diferente, centrada en objetivos muy concretos, en preguntas o dudas, el conocimiento proviene de compartir experiencias”, agrega López de Anda.

Síndrome Patológico de Internet

Pero la Web 3.0 trae también riesgos. Pasar horas conectado a la red como parte del trabajo diario o de un sano entretenimiento no es problema, pero ¿qué pasa cuando la red envuelve a tal grado que ya no es posible alejarse de ella?

Alejandro Nagy, de la Sociedad Psicoanalítica de México, propone el término Síndrome del uso Patólogo de Internet a la exposición desmedida a este medio, pues considera que no es correcto llamarla adicción.

“Internet es un medio, ¿nos volvemos adictos a la jeringa, o a lo que tiene la jeringa?” Y es que con los miles de portales que existen, cualquiera puede encontrar alguno que no pueda dejarlo nunca.

Para poder identificar a una persona con este padecimiento basta con encontrar síntomas tales como euforia al conectarse, necesidad de estar conectado a costa de otras actividades, sentimientos de vacío, depresión o irritación por no estar conectado, pensamientos obsesivos acerca de lo que estará sucediendo en internet e incluso movimientos de tecleo involuntarios.

Estas personas suelen experimentar una desinhibición en la red, sin embargo, al tener contacto real con otros individuos no se sienten cómodos, “rechazan paulatinamente el contacto con sus amigos, familia y pareja”, afirma Alejandro Nagy.

Como sucede con otra clase de drogas, los afectados se sienten en un mundo ideal aun cuando estén conscientes de que es irreal. Quienes sufren el síndrome tienden a ocultar sus temores, y adoptar una personalidad distinta a la real bajo el anonimato de la red.

Las consecuencias de un uso desmedido de internet no sólo se reflejan en los vínculos personales, físicamente se presentan dolores de cabeza y espalada, hábitos irregulares de sueño, alimentación e higiene, así como irritación y resequedad ocular.

De acuerdo con el sicoanalista, la mayoría de las personas que sufren este síndrome visitan sitios pornográficos, se conectan a redes sociales, se convierten en ciberacosadores, juegan videojuegos o bien bajan información con el popular copy paste.

Es importante destacar que los afectados siempre mienten sobre el tiempo que pasan en la red, por lo que los padres deben vigilar el comportamiento de los jóvenes y no utilizar prejuicios como pretexto para decidirse a actuar.


Desplaza Internet a radio y televisión

Desplaza Internet a radio y televisión
Redacción EL UNIVERSAL.com.mx

El Universal Ciudad de México
Jueves 26 de junio de 2008

Un estudio realizado por el Interactive Advertising Bureua revela que son más los mexicanos que prefieren la red como principal medio de entretenimiento y comunicación

De acuerdo con un estudio realizado por el Interactive Advertising Bureua (IAB) son más los mexicanos que prefieren a Internet como su principal medio de comunicación que los que se inclinan por la televisión.

En el marco del Congreso de Marketing Interactivo IAB Conecta 2008 se informó que 62% de los encuestados señalaron su preferencia por Internet, sobre 34% que lo hizo por la televisión.
En el foro se habló también del incremento de la participación de Internet en la publicidad que se contrata en México.

8 de junio de 2008

México, rezagado en uso de la red

México, rezagado en uso de la red

Falta de una política en la materia y la brecha digital, entre las causas


Alberto Morales
El Universal

Domingo 08 de junio de 2008

alberto.morales@eluniversal.com.mx

En plena era tecnológica, México se encuentra en la “edad de piedra” en el uso y aplicación de la internet.

Mientras en países como Fin- landia, Suecia o Japón los usuarios de la red gozan de plataformas en telemedicina, educación a distancia o del desarrollo de pequeñas y medianas empresas, en este país las funciones son básicas y de entretenimiento.

De acuerdo con especialistas, una de las causas por las que los cibernautas mexicanos sólo utilizan la web para crear perfiles en las redes sociales, mandar o recibir correos electrónicos, descargar música o ver videos, es por el alto costo del servicio de conexión.

Un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de 2007 reveló que México es la nación con los precios más altos para internet de banda ancha de sus 30 países miembros.

Otras de las causas que frenan a los cibernautas nacionales, señalan, son la denominada “brecha digital” y porque el gobierno federal no ha definido una política oficial en la materia.

Para el investigador Raúl Trejo Delarbre, el acceso a la web en México sigue siendo un privilegio para unos cuantos porque las tarifas son de las más caras del mundo.

Antulio Sánchez, investigador de la UAM, refirió que al inicio del gobierno del presidente Calderón se dijo que se iba a atender el problema de la conexión con una política digital robusta, “pero hasta la fecha no ha habido claridad”.

Advirtió que se está condenando a las nuevas generaciones a que no compitan a nivel internacional.

Vive México ‘era de piedra’ en internet

Vive México ‘era de piedra’ en internet

Mientras que en Finlandia, Suecia o Japón se usa el ciberespacio para educación a distancia o telemedicina, en nuestro país la red se utiliza para funciones básicas y a velocidad mínima. El acceso al servicio es limitado y su costo es demasiado alto comparado con naciones más desarrolladas, según cifras de la OCDE

ALBERTO MORALES
El Universal
Domingo 08 de junio de 2008

alberto.morales@eluniversal.com.mx

En países como Finlandia, Suecia o Japón los usuarios de internet pueden gozar de plataformas en telemedicina, educación a distancia o el desarrollo de pequeñas y medianas empresas vía digital, entre otros beneficios.

En México, en contraste, nos limitamos a funciones básicas y de entretenimiento como el empleo del correo electrónico, crear perfiles en las redes sociales; descargar música o ver videos.

De acuerdo con los especialistas, una de las causas por las que los internautas mexicanos nos encontramos en la “edad de piedra” en plena era tecnológica es por el alto costo del servicio de conexión a la red.

Un informe de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) de 2007 reveló que México es la nación con los precios más altos para internet de banda ancha de sus 30 países miembros.

Las tarifas que pagamos los usuarios mexicanos va de los 500 a los 800 pesos mensuales por un 1MB (megabyte ) de velocidad, mientras que en Japón el costo es de 3 pesos, aproximadamente, por 1MB de velocidad.

Los usuarios japoneses navegan a velocidad promedio de banda ancha de 61 MB, mientras los mexicanos lo hacemos a una velocidad promedio de 1MB.

Otras de las causas que “frenan” a los cibernautas nacionales son la denominada “brecha digital” y porque el gobierno federal no ha definido una política gubernamental de para qué se quiera usar la web.

Raúl Trejo Delarbre, investigador y autor del libro La nueva alfombra mágica. Usos y mitos de internet, la red de redes, dice que en México sigue siendo un privilegio para unos cuantos el acceso a la web, porque las tarifas son de las más caras del mundo.

Y agrega que los usuarios no han explotado todas las oportunidades interactivas que ofrece internet, pues su participación ha sido más “contemplativa” que activa.

Con una población de más de 107 millones de habitantes, México tiene apenas 23.7 millones de internautas. Es decir, sólo 22% utilizan la internet, según cálculos de la Asociación Mexicana de Internet (Amipci).

Pero si tomamos en cuenta el número de personas que poseen una computadora personal en sus hogares con acceso a la red, esta “brecha” es más grande.

La última Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de las Tecnologías de la Información en los Hogares, del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), indica que 2001 a 2007 el número de equipos de cómputo en los hogares creció pues pasó de 14.8 a 30.5 millones. Sin embargo, sólo 10 millones de PC están conectadas a internet; la Amipci reconoce que son 11.1 millones con acceso a la web.

Antulio Sánchez, investigador y especialista en medios de comunicación de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), asegura que los cibercafés son la fuente para acceder al ciberespacio.

Según sus estimaciones, 30% de los usuarios mexicanos acceden en estos sitios, a un costo que va de los 10 a 15 pesos por hora, lo que deja a 70% de la población sin acceso a estas nuevas tecnologías.

Alerta que además México carece de una política clara en materia de nuevas tecnologías, es decir, explica, ¿para qué queremos usar internet?, a diferencia de países desarrollados de Europa.

Dice que en Finlandia lo primero que definieron fue que la red se enfocarían a mejorar la educación; para desarrollar la micro y pequeña empresa o para ayudar a que las zonas rurales tengan una vía de información y comunicación, entre otras actividades.

Indica que al inicio de la administración del presidente Felipe Calderón se señaló que se iba a atender el problema de la conexión con política digital robusta, “pero hasta la fecha no ha habido claridad”.

Y advierte: estamos dejando que los otros países se doten de una mayor capacidad tecnológica, pero al mismo tiempo estamos condenando a las nuevas generaciones a que no compitan en el mercado internacional.

En tanto, los internautas de países desarrollados muestran una tendencia creciente en el mundo análogo y comienzan a experimentar ya con una tercera generación de internet denominada web 3.0, donde por medio de su celular podrán pagar sus cuentas de banco o servicios de tintorería, acceder a servicios de localización por medio del Sistema de Posicionamiento Global (GPS, por sus siglas en inglés), etc., todo ello sin estar cerca de una laptop o a una computadora de escritorio.