Con más de 40 tuiteros de Xalapa
Federico Arreola
@FedericoArreola
2011-03-13
Llegaron varios profesionales del derecho, un profesor universitario de música, una bailarina de algún grupo cultural de Xalapa, estudiantes, publicistas, mujeres jóvenes que trabajan como administradoras de instituciones públicas, un luchador social destacado.
Había invitado por twitter a usuarios de esta red social residentes en la capital de Veracruz a charlar en el hotel Fiesta Inn. Al principio, cuando se presentaron los primeros cuatro tuiteros, conversamos cómodamente en el bar ubicado en el lobby. Pero, minutos después, ocupamos todo el espacio disponible por lo que me vi en la necesidad de alquilar un salón. La encargada del servicio a huéspedes asignó el “E”, en el que pudimos hablar con mayor tranquilidad, aunque por momentos nos interrumpieran los gritos provenientes de una fiesta infantil que se celebraba en el salón “D”. Qué ruidosos puedes ser los niños.
La verdad de las cosas es que el diálogo pudo haberse dado en mejores condiciones si yo hubiese realizado arreglos logísticos o de otro tipo. Pero no soy organizador de bodas ni de bailes ni de eventos políticos o tuiteros. Improvisé, pues, y lo hice lo mejor que pude.
Aunque al iniciar la reunión yo tuiteaba lo que ocurría, tuve que dejar de hacerlo para explicar a los más de 40 tuiteros para qué los había invitado. Con honestidad les dije que no tenía yo la menor idea acerca de qué íbamos a hacer. Admití que había solicitado la reunión simplemente porque se me había ocurrido después de agendar un par de compromisos en Xalapa.
Cuando todos los tuiteros se sentaron como en un salón de clases, me puse a hablar frente a ellos. Hablé y hable…
… Enumeré las razones por las que considero que Marcelo Ebrard , jefe de gobierno del Distrito Federal, está traicionando a la izquierda; expresé algunos puntos de vista sobre el periodismo, naturalmente basados en mi experiencia; conté cómo entré a Twitter casi obligado por mi hijo, cuando este trabajaba en otro país bien metido en asuntos de mercadotecnia de internet; respondí preguntas sobre Andrés Manuel López Obrador y Luis Donaldo Colosio, dos personajes fundamentales en la historia reciente de México; critiqué a la presidenta municipal de Xalapa, digo, esta ciudad empieza a ser un caos y alguien debe ser responsable; agradecí el único regalo que me hicieron los tuiteros: un disco que me dio el profesor de música; elogié la vocación cultural de la capital veracruzana, pero aclaré que me parecía excesivo y aun cursi que la compararan con la Atenas clásica (tan cursi y excesivo como comparar a San José, Costa Rica, con Suiza); criticamos a los porros tuiteros que todos los políticos, de todos los partidos, contratan; recordé que Gerardo Fernández Noroña juntó a unos siete tuiteros para “destaparse” como candidato a la jefatura de gobierno del DF, lo que me llevó a presumir que yo había convocado, ahí en el Fiesta Inn de Xalapa, a seis veces más; criticamos algunas barbaridades tuiteras, como las cometidas por los “artistas” después del tsunami de Japón, como la utilización con fines comerciales de Twitter o como los elogios desmedidos que a sí mismo se hace Noroña; cuestioné la calidad futbolística de los Pumas, que entre los tuiteros de Xalapa cuentan con seguidores leales; critiqué a mis invitados por estar más atentos a la BlackBerry tuiteando que a mis palabras, las cuales me llegaron a parecer, horror de horrores, cercanas al discurso de los políticos, y antes de despedirme recordé una de las pocas verdades del siglo XXI: “El que camina con la frente en alto es que no tiene BlackBerry”.
Esa fue mi reunión tuitera en Xalapa. Estuvo mal organizada, todo se improvisó, duró más tiempo del debido, incumplí el compromiso de beber solo café (tomé una cerveza), aburrí a mis invitados con tanta cosa que dije… pero, en fin, para mí valió la pena porque conocí a personas inteligentes que, con honestidad, le dan sentido a las redes sociales de internet.

Link:
http://sdpnoticias.com/columna/1529/Con_mas_de_40_tuiteros_de_Xalapa
Federico Arreola
@FedericoArreola
2011-03-13
Llegaron varios profesionales del derecho, un profesor universitario de música, una bailarina de algún grupo cultural de Xalapa, estudiantes, publicistas, mujeres jóvenes que trabajan como administradoras de instituciones públicas, un luchador social destacado.
Había invitado por twitter a usuarios de esta red social residentes en la capital de Veracruz a charlar en el hotel Fiesta Inn. Al principio, cuando se presentaron los primeros cuatro tuiteros, conversamos cómodamente en el bar ubicado en el lobby. Pero, minutos después, ocupamos todo el espacio disponible por lo que me vi en la necesidad de alquilar un salón. La encargada del servicio a huéspedes asignó el “E”, en el que pudimos hablar con mayor tranquilidad, aunque por momentos nos interrumpieran los gritos provenientes de una fiesta infantil que se celebraba en el salón “D”. Qué ruidosos puedes ser los niños.
La verdad de las cosas es que el diálogo pudo haberse dado en mejores condiciones si yo hubiese realizado arreglos logísticos o de otro tipo. Pero no soy organizador de bodas ni de bailes ni de eventos políticos o tuiteros. Improvisé, pues, y lo hice lo mejor que pude.
Aunque al iniciar la reunión yo tuiteaba lo que ocurría, tuve que dejar de hacerlo para explicar a los más de 40 tuiteros para qué los había invitado. Con honestidad les dije que no tenía yo la menor idea acerca de qué íbamos a hacer. Admití que había solicitado la reunión simplemente porque se me había ocurrido después de agendar un par de compromisos en Xalapa.
Cuando todos los tuiteros se sentaron como en un salón de clases, me puse a hablar frente a ellos. Hablé y hable…
… Enumeré las razones por las que considero que Marcelo Ebrard , jefe de gobierno del Distrito Federal, está traicionando a la izquierda; expresé algunos puntos de vista sobre el periodismo, naturalmente basados en mi experiencia; conté cómo entré a Twitter casi obligado por mi hijo, cuando este trabajaba en otro país bien metido en asuntos de mercadotecnia de internet; respondí preguntas sobre Andrés Manuel López Obrador y Luis Donaldo Colosio, dos personajes fundamentales en la historia reciente de México; critiqué a la presidenta municipal de Xalapa, digo, esta ciudad empieza a ser un caos y alguien debe ser responsable; agradecí el único regalo que me hicieron los tuiteros: un disco que me dio el profesor de música; elogié la vocación cultural de la capital veracruzana, pero aclaré que me parecía excesivo y aun cursi que la compararan con la Atenas clásica (tan cursi y excesivo como comparar a San José, Costa Rica, con Suiza); criticamos a los porros tuiteros que todos los políticos, de todos los partidos, contratan; recordé que Gerardo Fernández Noroña juntó a unos siete tuiteros para “destaparse” como candidato a la jefatura de gobierno del DF, lo que me llevó a presumir que yo había convocado, ahí en el Fiesta Inn de Xalapa, a seis veces más; criticamos algunas barbaridades tuiteras, como las cometidas por los “artistas” después del tsunami de Japón, como la utilización con fines comerciales de Twitter o como los elogios desmedidos que a sí mismo se hace Noroña; cuestioné la calidad futbolística de los Pumas, que entre los tuiteros de Xalapa cuentan con seguidores leales; critiqué a mis invitados por estar más atentos a la BlackBerry tuiteando que a mis palabras, las cuales me llegaron a parecer, horror de horrores, cercanas al discurso de los políticos, y antes de despedirme recordé una de las pocas verdades del siglo XXI: “El que camina con la frente en alto es que no tiene BlackBerry”.
Esa fue mi reunión tuitera en Xalapa. Estuvo mal organizada, todo se improvisó, duró más tiempo del debido, incumplí el compromiso de beber solo café (tomé una cerveza), aburrí a mis invitados con tanta cosa que dije… pero, en fin, para mí valió la pena porque conocí a personas inteligentes que, con honestidad, le dan sentido a las redes sociales de internet.

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http://sdpnoticias.com/columna/1529/Con_mas_de_40_tuiteros_de_Xalapa
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